DEL DIARIO DEL HERBARIUM
Julio del 2014
VIENTOS DE CAMBIO
Hay un momento en la vida de las personas en que las casas que estuvieron tan llenas de bulla y movimiento se van quedando en silencio y se nos hacen demasiado grandes. Es hora de un cambio para una mejor calidad de vida. Nos vamos al departamento cerca de todo o al campo que antes usábamos tan sólo los fines de semana. Nos llevamos lo más querido, lo que más nos significa, no hay problema en escoger, hasta que llegamos a nuestro jardín. Para algunos es más importante llevarse las azaleas o una rosa aromática que el jarrón chino que perteneció a la bisabuela. ¿Qué nos llevamos y qué no? ¿Qué vale la pena trasladar? ¿Que aguantará el trasplante? ¿Cómo y cuándo se debe hacer?
¡Buenas noticias! Estamos en la época del año ideal para trasplantar lo que queramos. Si tiene una mudanza en perspectiva, sea este o el año que viene, es el momento de empezar a planificar.
Primero que nada hay que escoger. Es bueno saber qué vale la pena el esfuerzo y hacer el traslado en forma paulatina y con tiempo para no tener frustraciones después:
En primavera y verano:
Anuales: empiece a guardar semillas de sus anuales favoritas (petunias, dedal de oro, pensamientos) el verano anterior a su mudanza.
Bulbos: la mayoría se puede sacar de la tierra una vez que haya terminado su ciclo, esto es no sólo que haya pasado la floración si no también que las hojas hayan empezado a marchitar.
Enredaderas: como clematis, madreselva, rosas trepadoras, flor de la pluma: las más queridas son generalmente parte de la casa por su antigüedad pero podrá sacar patillas en primavera y enraizarlas para luego plantarlas en su nuevo jardín.
En otoño e invierno:
Perennes de hoja caduca como rosas, hortensias. Una vez podados, retirar de su lugar con cuidado de no dañar las raíces. Se pueden trasladar "a raíz desnuda" (sin tierra cubriendo las raíces) a su nuevo hogar.
Los árboles mayores también se pueden trasplantar en esta época. En este caso será bueno tener la ahoyadura final y la nueva tierra necesaria listas para recibir al árbol en su nuevo hogar. Este trabajo requiere de maquinaria grande, un Bob Cat o retroescavadora que con cuidado y buena guía deberá sacar el árbol con un buen cepellón de raíces, un camión para el traslado y nuevamente un Bob Cat o retroexcavadora para colocarlo en su nueva posición. No es trabajo fácil pero en ejemplares muy queridos o de alto valor, vale la pena hacerlo y los resultados son maravillosos pues tenemos un jardín maduro en poco tiempo y a nuestro amigo al lado como estuvo durante tantos años.
Perennes de hoja perpetua como laurel, romero, ondulata, gomero, olivo. Hacer una poda de limpieza, sacando ramas secas. Hacer una excavación alrededor del cepellón de raíces que deberá ser de un tamaño correspondiente a la edad y tamaño de la planta. Separar del terreno ayudándose con una buena pala y envolverlo con un saco de arpillera. Plantar en su nuevo lugar lo antes posible.
A veces el jardín es lo último que ordenamos una vez que estamos en nuestro nuevo hogar. Si usted prevé que esta será la situación es bueno tener un lugar preparado para poner las plantas que se están trasplantando bajo sombra, protegidas del viento y frío, y quizás también cubrir sus raíces con tierra, chequeando que no les falte agua.
Aprovechemos los vientos de cambio para que el nuevo jardín quede a la medida y altura de nuestras actuales posibilidades mientras seguimos rodeados de aquellas especies que nos han dado tantos años de satisfacción y están tan llenas de vivencias y recuerdos.
Un abrazo desde el jardín,
Marie  |