LABORES DE INVIERNO
Y la naturaleza una vez más se encarga de avisarme que casi no hay pautas, que todo sigue reproduciéndose; millones de células que creíamos no despertarían nunca siguen su trabajo y los aromos están más aromáticos que nunca y ya algunos almendros florecen tímidos y vuelven a asombrarnos con su osadía.
El jardín sabe que los días son más largos. Lo bueno y lo malo empieza a despertar. Tenemos que limpiar las camas de la huerta, las matas de ciboulette ya cubiertas por maleza, las tazas de los frutales se perdieron y hay que rehacerlas, lo mismo pasa con las de la lavanda y las de las rosas. Hay que aprovechar esta época pues pronto llegará la primavera y la locura invadirá nuestros días en el jardín. Poner orden en el invernadero no es tarea fácil pues no hemos parado de trabajar en él. Salen a la venta y al jardín las plantas de caléndula y de eneldo, los allium estrella, la frutilla silvestre y el perejil; hacemos nuevo espacio para el repique de almácigos y esquejes Y seguimos con los almácigos de hierbas y hortalizas Aconsejan que no hay que entusiasmarse, que todavía pueden caer heladas, pero dentro del invernadero mis semillas germinarán y por si acaso (nunca se sabe con el clima…) no siembro todas de una vez y dejo la mitad para sembrar en un mes más.
Como comentamos en nuestro artículo anterior, es la época de trasplante de árboles y arbustos, sobre todo de aquellos de hoja caduca. Es un trabajo que debe realizarse cuanto antes pues en la zona central la época de hibernación es muy corta. Si va a trasplantar, tiene que tener el cuidado de saber dónde y preparar previamente el terreno para la llegada del nuevo miembro del jardín. Lo ideal es que pase el menor tiempo entre que se saca al árbol o arbusto de su lugar original y se planta en el nuevo espacio. Este cambio debe hacerse con el mínimo de molestia para el cepellón de raíces, salvo que se trate de una plantación a raíz desnuda como es el caso de las rosas o de algunos frutales. También es el momento de trasplantar árboles de hoja perenne como laurel, palto, magnolia, camelia, boldo, peumo, nísperos, naranjos y limones. Se deberá hacer el traslado con mucho cuidado de mantener el cepellón de raíces intacto y con su tierra original y ojala trabajar sólo con especimenes de no más de dos años. Se logrará mejor resultado (sobre todo en árboles mayores) si se va cavando un aro alrededor de las raíces un año atrás y se va profundizando cada dos meses logrando con esto que broten raicillas nuevas que ayudarán al trasplantado a radicarse en su nuevo sitio.
Los conejos son los demonios de mi jardín. He tratado de mandarles mensajes subliminales indicándoles dónde pueden comer y dónde no, pero definitivamente no hay mejor idioma para ellos que una buena reja. Los pongo en la olla mentalmente cada mañana que encuentro una nueva planta cercenada. Ni siquiera se las comen. Muerden y cortan, dejando allí tirado el brote tierno que no les gustó. Las botellas de plástico de 2 litros o más son mi arma alrededor de los troncos de árboles y algunos arbustos. Se les corta la base y el cogote (a la botella…) y luego se hace un corte de arriba hacia abajo, con lo cual se puede “envolver” la botella alrededor del tronco, evitando de ese modo que destrocen las cortezas. La alternativa son las ramas de espino, mallas de alambre o de lata cortada que no serán muy decorativas pero protegen las plantas mientras crecen y alcanzan la amargura necesaria para defenderse de la voracidad de estos animalitos.
Vamos saliendo del invierno. Apreciemos este despertar en forma consciente y dando gracias al creador por tan minuciosa y exacta tarea. Seamos parte de ella viviéndola y participando de la preparación del jardín para la siembra de primavera.
Los invitamos a participar de nuestro Taller de Huerta y Cocina de Primavera que empezará el martes 26 de agosto. También en el de Dibujo Científico a comenzar el miércoles 20 de agosto. Las inscripciones están abiertas, los cupos van disminuyendo. ¡Sólo faltan ustedes!
En el jardín y con el jardín.
Marie Arana-Urioste
